EL AÑO DE LOS CORRUPTOS
El año que para Rajoy, con su visión políticamente distorsionada de la realidad, fue el del inicio de la recuperación, para la inmensa mayoría de españoles fue el de los corruptos, y así sin duda pasará a la historia de España. Lo que ha salido a la luz y lo que, sin duda, y así lo esperamos, queda por salir, no tiene parangón. Por fin, en efecto, este año algo se ha movido, en un momento en que hubo meses en que los escándalos emergían a presión, semana a semana, hasta el punto de que empezó a extenderse el sentir general de que si España estaba en ruinas, era porque unos centenares de bribones se habían llevado el dinero a manos llenas y sin un ápice de pudor. Ha sido preciso la presión popular y la irrupción de “Podemos”, para que, de una vez por todas, se empiece a imponer la Justicia (con mayúsculas), frente al sentimiento totalmente generalizado de que había una justicia para los parias y robagallinas y otra para los ladrone