LOS CAMINOS DEL TIEMPO DE RAMÓN BELLO BAÑÓN
A menudo me permití instar a Ramón Bello sobre la necesidad imperiosa de escribir su historia, la de su generación y la de su tiempo. Un tiempo único, una generación excepcional, y una historia irrepetible. Por experiencia, vivencia, por ser testigo privilegiado en la encrucijada entre tres generaciones, correspondía por derecho a Ramón Bello ejecutar esta obra para dar testimonio y ejemplo a cuantos andamos por la vida un tanto desorientados, sin raíces, por aquello de que nunca fuimos tan rápido a ninguna parte, frase que podría servir de lema a los hombres y mujeres de nuestro tiempo, que, como los jóvenes románticos de principios del siglo XIX, piensan que lo han vivido todo sin haber vivido prácticamente nada, presa de un spleen del siglo XXI, aún más dañino que los anteriores. Creo sinceramente que Albacete necesitaba esta obra magna, por donde desfila la mayor parte de seres y acontecimientos de nuestra posguerra vistos por el agudísimo y mag