SESENTA Y SIETE DÍAS DE IMPOTENCIA
Sesenta y siente días sin gobierno y lo que te rondaré… De seguir a este paso, cabe la posibilidad de que el pueblo se dé cuenta de la maldita falta que hacen la clase política y los gobiernos para el funcionamiento de un país. Pero, dejando a un lado la chirigota, tomada desde luego en su justa medida, creo sinceramente que algo muy grave ha de estar ocurriendo para que, tras 67 días, estemos, no ya donde estábamos, sino incluso mucho peor, por más que el pacto entre Socialistas y Ciudadanos, perfectamente escenificado, haya abierto unas expectativas que Populares y Podemos se han apresurado a cercenar. Algo grave ocurre, desde luego, en la política española tras la ruptura del bipartidismo de antaño, algo grave de lo que ya tiene constancia Bruselas, y es que, acostumbrados al juego político –en lo que más turbio entraña el término–, aquí, quien más quien menos actúa en clave electoral, preocupado exclusivamente por sus intereses, y no está dispuesto a