DE BECAS Y BECARIOS
El ministro Wert es ya por méritos propios la muñeca del pin pan pun del Gobierno de Rajoy, y a fe que parece gustarle el papel. Actúe por iniciativa personal o cumpliendo órdenes de la superioridad, cada vez más organiza el folclore. Buen ejemplo lo tenemos en la semanita que nos ha dado con el tan controvertido tema de las becas, tema en el que incluso los suyos lo han dejado como a la sirenita varada. Entre Rouco Valera, la derechona nostálgica y el viejo dicho de que cualquier tiempo pasado fue mejor, este caballero, antaño brillante tertuliano, ha enloquecido, y su final se augura catastrófico. Su renuncia al consenso que, de una vez por todas, solicitaba para la Educación en España, como requisito ineludible, el anterior ministro Gabilondo, hace que fatalmente sus reformas estén destinadas a caer en el pozo del olvido en cuanto la izquierda vuelva e imponga su filosofía. Porque aquí, lo que en el fondo subyace son dos modos bien distintos de