DIARIO DEL AÑO DEL DESASTRE (II). HUIS CLOS
Decía Balzac que los verdaderos héroes de la Historia no eran los grandes generales napoleónicos enterrados en El Panteón de París, sino gentes anónimas como aquellos trescientos soldados que se presentaron voluntarios a construir un puente con barcazas para permitir que más de medio millón de hombres, o sea, la grande armée , pudiera cruzar la Berezina, evitando así que sus compañeros fueran diezmados por los cosacos. Construir aquel puente en pleno invierno, dentro del agua helada, suponía una muerte casi segura. Pero había que sacrificarse, y tenían que hacerlo tipos aguerridos y generosos que sabían que no iban a pasar a la Historia, ni figurar en ninguna columna como la de Trajano ni en ningún friso como el de las Panateas. Pero tal es el destino de la Humanidad. Por lo general, y como decía Giraudoux, en las guerras se quedan los mejores y no todos los que sobreviven son dignos de ostentar las condeco