SEMANA NEGRA PARA LA MARCA ESPAÑA
Me parece muy bien que, por razones tácticas, el juez Pablo Llarena no emitiera el pasado lunes la euroorden correspondiente para que le echaran el guante de una puñetera vez a este emisario de la antiespaña a su llegada al aeropuerto de Copenhague; me parece menos bien que le permitieran arremeter una vez más contra España de una forma desaforada en la “conferencia” que, bajo el título “¿Cataluña y Europa, en una encrucijada por la democracia?”, leyó en el departamento de Ciencias Políticas de dicha universidad danesa. Pero que ni siquiera se enviara, desde el ministerio de Asuntos Exteriores español, o desde donde fuera, a un par de expertos para rebatir tanta calumnia y tanta mentira contra España, me parece un delito de leso patriotismo para el Gobierno español, que día a día permite que el tal Puigdemont denigre de una forma inmisericorde los valores y las esencias de un país cargado de historia como es España, para regocijo de sus enemigos, que, como vemo