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Mostrando entradas de noviembre, 2017

URDANGARÍN NO PIERDE LA ESPERANZA

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            Urdangarín es uno de esos hombres a quien no le importaría que el mundo se hundiera a su alrededor con tal de que él se salvara. Urdangarín, por lo demás, es uno de esos hombres que todo lo fían al olvido de los demás; por eso hizo lo que Puigdemont, poner tierra de por medio, y esperar, en el dulce exilio, por no sé quién sufragado, la llegada de la amnistía. No está mal eso de irse a la dulce Europa donde nadie te conoce y no tener que sufrir la tortura que le habría esperado en cualquier ciudad de España.             Ahora bien, lo más asombroso de Urdangarín, es que él, como su esposa la infanta Cristina, se cree inocente, de una inocencia virginal propia de los que un día la fortuna los sitúa por encima del bien y del mal. Vamos, que no tiene ni la mínima conciencia de ser un delincuente, hasta el punto de hacernos pensar que conductas como la suya eran habituales en su entorno, donde todo se da por añadidura, y donde quien más quien menos vive esperando que l

TIEMPO DE INJURIAS

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            El Congreso de los Diputados, antaño templo de modales y de oratoria fina, se ha convertido hoy, en covachuela de baja estofa, donde gentes que no merecen el calificativo de lo que pretenden ser, o sea diputados nacionales, gritan, insultan, injurian, e incluso practican performances propias del circo.             Últimamente, en efecto, hemos visto de todo, desde insultos lanzados por una diputada del PP contra los que trataban de hallar un salario digno, diciendo “¡Que se jodan!”, a Pablo Iglesias arremetiendo contra Felipe González y sus manos llenas de cal viva. Pero dentro de estas continuas competiciones de histrionismo, nadie como el portavoz adjunto de ERC, Gabriel Rufián, que, en el colmo de la inverecundia, aparecía en el Hemiciclo el pasado miércoles esgrimiendo unas esposas contra Rajoy y una camiseta en la que aparecían los exmiembros del Govern encarcelados, remarcando que mientras la Policía y la Guardia Civil “les molieron a palos” en el referénd

NO HAY MAL…

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                                              La barahúnda independentista catalana le ha venido como anillo al dedo a un Gobierno como el del PP salpicado de escándalos y con problemas gravísimos de urgente solución. Y es que es tal la repulsa de la “estelada” y todo lo que conlleva fuera de Cataluña, que, paradójicamente, se ha erigido en muro de contención de las desidias de la Gürtel con su abanico de implicados, que en nada parece afectar a los votantes de don Mariano Rajoy.             El asunto alcanzó el pasado miércoles niveles de escándalo nacional cuando el inspector jefe de la Unidad de Delitos Económicos y Financieros (UEDF) de la Policía Nacional, Manuel Morocho, aseguraba que existen “indicios” de que la estructura del Partido Popular “respondía al perfil de una organización delictiva” por sus operaciones en la trama Gürtel . Así lo manifestó durante su comparecencia en la comisión de investigación por la presunta financiación irregular del PP en el Congreso d

LA SOMBRA DE ANTONIO PÉREZ

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                                      En política no hay enemigo pequeño, en especial cuando éste se encuentra bien asesorado. Es difícil saber con certeza si Carles Puigdemont es o no es el tipo atrabiliario que nos dejan ver sus contradictorios gestos durante los últimos diez días, pero, de lo que no hay duda es de que estamos ante un personaje de cuidado, un fanático catalanista perfectamente aconsejado, que se ha propuesto seguir los pasos del resentido Antonio Pérez que, por puro odio a su amo Felipe II, huyó a Aragón, y desde allí arremetió, primero contra su rey y señor, después contra los castellanos, “pueblo maligno y perverso, lleno de orgullo, arrogancia, tiranía e infidelidad”, y de los castellanos a los españoles, convertidos en paradigma del orgullo, la intolerancia, la codicia, la crueldad y la barbarie, iniciando así nuestra trágica “leyenda negra”.               Y, como Antonio Pérez, Puigdemont, que nos tenía confundidos a la mayoría de los españoles pensan