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Mostrando entradas de octubre, 2017

SE CONSUMÓ EL GOLPE

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            El pasado viernes 27 de octubre, a las 15.27, la presidenta del Parlament catalán, tras otro simulacro de votación, proclamaba le nacimiento de la República catalana, poniendo así fin a la “hoja de ruta” que se trazaron hace tres años. Concluía así una farsa, perfectamente ideada, por medio de la cual, un 30% de catalanes independentistas se imponía al resto del pueblo catalán.             Por desgracia, el final tuvo muy poco de feliz, por más que los rostros de los antisistema y de los fanáticos que esperaban en la calle para celebrar el ansiado evento fingieran estar en la gloria. Lo auténticamente denotativo de lo que ocurría   eran los rostros de póquer de Puigdemont, Junqueras, los de los miembros de la mesa, y los del “Govern”, conscientes de lo que el Ejecutivo central, justo a esa hora, estaba cocinando en el Senado, nada menos que el artículo 155 de la Constitución. Y así, una hora más tarde hablaba Mariano Rajoy poniendo fin al sueño catalán: Cese del “Gov

SIN SALIDA

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            Parece que el sueño de Puigdemont se desmorona por días, pero también es posible que eso no pase de ser una simple impresión. Los hay que sólo saben morir matando, y el “president” catalán, que ya estuvo a punto de morir en 1986, es de ésos. Victimista hasta el final, sabe que, una tras otra, se le cierran todas las puertas, pero cuenta con un arma todopoderosa y es el poder de millón y medio de convencidos, rebosantes de inquina y dispuestos a todo, dirigidos, además, por un grupo de fanáticos antisistema de la CUP que saben que la Historia no les va a dar otra oportunidad.             Puigdemont y los suyos, por lo demás, han conseguido lo que en casi cuarenta años de democracia no se había conseguido, y es la toma de conciencia nacional, algo que, para bien o para mal, sólo se ha producido en determinados momentos en que el pueblo, saliendo de su habitual letargo, se ha arremangado y ha asumido el papel que le encomendaba la Historia. Por doquier que pases, adon

A PROPÓSITO DE LA HISPANIDAD

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            Que España debe cuidar bastante más de lo que lo hace su papel señero en Hispanoamérica y no permitir que determinados movimientos indigenistas empañen aún más su misión histórica en aquel continente, es un hecho. Lo nuestro no fue precisamente airear nuestros logros como país que se desangró en aras de un ideal ecuménico en una época en que navegábamos claramente contracorriente.             Ocurrió con los Habsburgo, especialmente con Felipe II –ningún personaje europeo de su época se vio tan demonizado como este rey–; ocurrió con la batalla de Lepanto –en la que, gracias a España, se les cerró el paso a los turcos, que iban como un tiro hacia Viena–;   y ocurrió con las guerras napoleónicas cuando fuimos incapaces de sacar tajada, como los demás países europeos, en el Congreso de Viena.           Personajes como González Montano, el resentido Antonio Pérez, Lutero, Guillermo de Orange, Cromwell y tantos y tantos panfletista judíos y disidentes religiosos expulsa