PONIENDO TIERRA DE POR MEDIO
Me alejo unos días de esta España que hastía. Un país que durante años fue la gloria del mundo, por su forma de vivir, por nuestra manera de entender la vida, hoy, por culpa del tremendo error de entrar a formar parte de la Europa de los mercaderes, zozobra. Europa, con su forma de vida pragmática, mercantilista, ácrata, ha sacado de nosotros lo peor de nosotros mismos: el afán de lucro, el ansia de enriquecimiento a toda costa, el conformismo más radical, el egoísmo a ultranza, conduciendo todo ello, por lo demás, al descrédito de las élites, antaño glorias de este país, en los siglos XVIII y XIX, y sumidas en el más absoluto desdoro, ahítas de dinero que tienen depositado en paraísos fiscales, sin importarles en absoluto esa traición al pueblo. En Francia, como de costumbre, me harán las mismas preguntas, las preguntas de rigor: ¿Qué os ha pasado?, ¿cómo os habéis venido abajo tan rápidamente como os pusisteis en la cima? ¿Cómo es posible que hayáis tol