KAFKA Y SU GRILLO
Mi amigo Salvador Jiménez, conocido novelista murciano, escribió una tesis sobre la Influencia de Kafka sobre la literatura española de posguerra , y para aliviar sus soledades, siguiendo a su maestro, se compró un botijo abierto es espiral habitado por un grillo saltarín. Cosa, al parecer, buena para exorcizar los conjuros. Pues bien, el Congreso de los Diputados también tiene su grillo, podríamos incluso decir su Pepito Grillo, cuyo papel empieza a ser interesante para aquellos que pensaban, como el cura de Bernanos, que “su parroquia estaba devorada por el aburrimiento”. La llegada de Pablo Manuel al hemiciclo ha supuesto, en efecto, un soplo de aire fresco a tan rancio lugar. Adiós a aquellas sesiones tediosas en que los diputados, retrepados y medio adormilados, como Cela en el Senado, apretaban con el pie al botón en las votaciones. Ahora saben perfectamente que, en cualquier momento, Iglesias puede proyectar s