¿PACTO DE PROGRESO?
Con el paso de los días, y por más que Rajoy haya decidido postularse como presidente del Gobierno de España, sus posibilidades, como muy bien se refleja en su rostro, parecen volatilizarse, y, de no producirse un milagro, el tan temido para unos y ansiado para otros pacto de izquierdas, parece configurarse más y más, con Pedro Sánchez al frente y Podemos, I.U. y PNV, más el apoyo implícito de los independentistas catalanes. Siempre se ha dicho que el odio une más que el amor, y, en el caso que nos ocupa, la verdad de ese dicho se torna más que palmaria. Rajoy no convence más que a los suyos –que no son pocos– y cuanto más nos alejamos de Madrid y subimos hacia Euskadi y Cataluña, la animadversión se generaliza. Hay incluso gente, según tengo entendido, que en las elecciones catalanas votaron independentismo por rechazo al gallego. ¿Qué habré hecho yo para merecer esto?, se preguntará sin duda Rajoy. Pero eso es fácil de