EL DRAMA DE NUESTRA JUVENTUD
Hubo un tiempo en que el neologismo “nini” producía cierta gracia. Un chico o una chica que ni trabajaba ni estudiaba podía resultar incluso chusco. Hoy día, en cambio, ese término se ha constituido en una de las grandes amenazas del futuro de España. Que uno de cada cuatro jóvenes españoles, entre 15 y 29 años, ni estudie ni trabaje es como para echarse a temblar. Algo esencial ha fallado en estos últimos quince años en nuestro país. Siempre se alude a este respecto al alto porcentaje de chicos que, durante la burbuja inmobiliaria, dejaron los estudios para trabajar en las obras a cambio de un salario que a menudo sobrepasaba los dos mil euros mensuales. Una bicoca. No es de extrañar que muchos de sus antiguos compañeros de instituto, viéndolos “faldar” los domingos en un deportivo y tirando billetes, acabaran imitándolos por aquello del efecto contagio. Aquello fue lo que fue. Lo que ahora vemos sobrepasa con mucho dichas circunstanci