HACIA EL FINAL DEL CRÉDITO
Somos ya demasiados los que pensamos que hay suficientes motivos para dar un fuerte golpe de timón a la situación española actual. Por más que se nos diga y se nos reitere lo contrario, las cosas van rematadamente mal y los brotes verdes se agostaron hace ya mucho tiempo. Se nos había dicho, primero, que con la llegada del Partido Popular al poder todo iba a cambiar. El dinero iba a dejar de huir a los paraísos fiscales y el crédito iba a fluir. Mentira. Después se nos ha ido imponiendo plazos: el segundo semestre del pasado año, el tercer trimestre de este año, el último, y así sucesivamente. Ahora ya todo se relega al año próximo. Igual, igual que la salchicha que se le pone al perro. La realidad es que ya casi la mitad de lo recaudado se utiliza para pagar la deuda. Hemos llegado a un punto de debilidad en que se resfría Chipre, Italia no logra formar gobierno, y los platos rotos los pagamos los mismos, mientras Alemania y Holanda engordan a costa del