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Mostrando entradas de noviembre, 2013

LA MUERTE DE UN AMIGO

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Pedro Merín García-Ochoa murió el pasado día 16 tras un año aferrándose heroicamente a la vida, sufriendo y alternando momentos de esperanza con otros de abatimiento y renuncia, hasta entregarse a la vieja de la guadaña que a todos nos espera al final de nuestro camino. Una lucha despiadada y ejemplar en la que en todo momento lo acompañó su familia y ese urólogo excepcional que es el doctor Julio Virseda. Con su muerte se pone un momentáneo punto y aparte a esa antiquísima relojería y joyería “El Cronómetro”, ubicada durante años justo enfrente del Teatro Circo, en un cubículo decimonónico, con un sabor galdosiano como pocas veces se vio en nuestra ciudad. Allí reinaba, como un viejo marinero, enmarañado entre las múltiples nostalgias de su pasado, el bueno de don Felipe García-Ochoa, un madrileño castizo anclado por razones del destino en nuestro Albacete de la primera posguerra, relojero de tronío, experto en relojes de pared e inventor impenitente. Allí le enseñó el oficio a

COSAS QUE NO SE TOCAN

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            Escribe Antonio Muñoz Molina en ese demoledor ajuste de cuentas con la amarga realidad de nuestro tiempo que es Todo lo que era sólido (Seix Barral), entre otras muchas sentencias y juicios lapidarios: “Los países inventados por la clase política –se refiere al Estado de las autonomías– con su gran lujo de parlamentos, televisiones, empresas públicas, jefes de protocolo, caravanas de coches oficiales, enjambres de altos cargos y enchufados, mantienen los mismos fastos de siempre y sólo ahorran con decisión en aquello que es fundamental: en escuelas, en profesores, en asistencia sanitaria, en investigación científica”.             Ya el hecho de empezar calificando las autonomías de “países inventados por la clase política” pone en candelero algo fundamental en el descalabro económico sufrido por España en esta crisis brutal, y que, a nadie sensato se le   oculta, constituye el origen de ésta. Todo empezó… Sí, en efecto. Todo empezó parcelando el suelo patrio par

¿HASTA CUÁNDO RUBALCABA?

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            El panorama, tras la última encuesta del CIS sobre la intención de voto no puede ser más desalentador para el Partido Socialista, al tiempo que asiste atónito al ascenso de un punto y medio del Partido Popular después de la política demoledora que viene practicando en una España en estado preagónico. Vivir para ver.             Pero incluso los hechos más inexplicables tienen una explicación y, en este caso, no hace falta ser un lince para encontrarla. La clave del desastre socialista se llama Alfredo Pérez Rubalcaba, un hombre inteligente, avezado, pero que, como le ocurriera antaño a Anguita y a tantos otros, se le pasó el tiempo, su tiempo. ¿Qué necesita un político para cerciorarse de que el electorado no lo quiere, de que él es el obstáculo para que el partido que representa se haya quedado clavado como la mujer de Lot? ¿Más todavía? A nadie sensato se le oculta que la noche del descalabro electoral frente a Rajoy le debió de faltar tiempo para presentar su di

CLAUDICANDO

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             Que politiquillos de escaso plumaje y currículum vulgar, como el holandés Jeroen René Victor Antón Dijsselbloem, de 47 años, por muy presidente del grupo de ministros de Finanzas de la Zona Euro que sea, venga a darnos más caña a los españoles en vez de tendernos una mano para salir del callejón sin salida en el que nos encontramos, pone plenamente de manifiesto el tremendo error que cometimos confiando nuestro destino y el de nuestros hijos a una congregación de mercaderes y mercachifles bancarios al servicio del Gran Capital alemán, empeñado en sojuzgar a los pueblos de Sur, a quienes no da otra alternativa que la de pagar lo que debemos, “trabajando más duro y hasta más tarde”, o sea, hasta echar el bofe.             Es insultante, desde luego, cuando no humillante, que personajillos llegados a la cúspide del poder europeo merced a los azares y vaivenes de la política tortuosa y seguramente lampista más vulgar, como suele ocurrir por esos lares, vengan a la M