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Mostrando entradas de octubre, 2012

LOS CAMINOS DEL TIEMPO DE RAMÓN BELLO BAÑÓN

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             A menudo me permití instar a Ramón Bello sobre la necesidad imperiosa de escribir su historia, la de su generación y la de su tiempo. Un tiempo único, una generación excepcional, y una historia irrepetible. Por experiencia, vivencia, por ser testigo privilegiado en la encrucijada entre tres generaciones, correspondía por derecho a Ramón Bello ejecutar esta obra para dar testimonio y ejemplo a cuantos andamos por la vida un tanto desorientados, sin raíces, por aquello de que nunca fuimos tan rápido a ninguna parte, frase que podría servir de lema a los hombres y mujeres de nuestro tiempo, que, como los jóvenes románticos de principios del siglo XIX, piensan que lo han vivido todo sin haber vivido prácticamente nada, presa de un spleen del siglo XXI, aún más dañino que los anteriores.             Creo sinceramente que Albacete necesitaba esta obra magna, por donde desfila la mayor parte de seres y acontecimientos de nuestra posguerra vistos por el agudísimo y mag

LA DENOSTADA CLASE POLÍTICA ESPAÑOLA

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                                    ¿Qué ocurre con nuestra clase política para que reiteradamente sea juzgada con especial severidad por la ciudadanía? Como se sabe, desde hace muchos meses, el Barómetro del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) la viene señalando, cada vez con más claridad, como el tercer gran problema para los españoles.             En teoría, un político habría de ser un individuo con un elevado sentido del compromiso social y de altruismo, tanto o más que un médico, un maestro o un sacerdote, profesiones exigentes como pocas. Y, sin embargo, en tanto que para estas tres últimas tareas se exige una formación estricta, en consonancia con el delicado papel que se ha de ejercer, en la política, lo único que se le exige al ciudadano es formar parte de un partido, tener un carnet –aunque no siempre–, y, por supuesto, someterse al dictamen del jefe, o sea no salirle respondón o excesivamente crítico.             Este procedimiento, qué duda cabe, propi

ESPAÑOLIZANDO

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                                                      No cabe a estas alturas la menor duda de que José Ignacio Wert, ministro de Educación y Cultura, es uno de los más desafortunados hallazgos del Gobierno Rajoy. Un hombre que, como comentarista y tertuliano de Iñaki Gabilondo, resultaba interesante e incluso progresista, a la hora de la verdad, como titular del Ministerio, es un auténtico fiasco. Lo que demuestra que no basta con ser un gran conversador para ser un buen político.             Sus tropiezos son continuos; el último, el pasado miércoles, ha puesto una vez más de manifiesto sus escasísimas dotes diplomáticas. Abogar a estas alturas, en un momento en que las relaciones entre Cataluña y el resto de España echan chispas, por la “españolización” de los niños catalanes, o se explica bien, con claridad y pertinencia, o se expone, como se ha expuesto, a hacer un muy flaco favor a su partido en Cataluña en vísperas de las elecciones autonómicas.             De habe

ALGO MÁS QUE UN PARTIDO

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                                                      Lo que hoy se dirime en el Camp Nou –todo así parece indicarlo– es algo más que un partido de fútbol entre los dos clubs más poderosos, posiblemente, del mundo. Tradicionalmente, los encuentros entre el Barcelona y Madrid se caracterizaron por su morbo, pero nadie puede negar la evidencia de que, de un tiempo a esta parte, más que fútbol, lo que se representa es un estado de enfrentamiento que va mucho más allá de lo estrictamente deportivo, como si el Real Madrid fuera el representante de un viejo régimen opresor al que hay que desbancar como sea. Y así, lo que debería de ser una práctica deportiva que hermanara a dos pueblos de insigne tradición, se ha convertido, por obra y gracia de los odios ancestrales de unas docenas de miles de fanáticos, en una auténtica ceremonia de la confusión.             Nada extraño que ese caldo de cultivo hoy pretenda ser utilizado por los independentistas, soberanistas y demás núcleos sec